4 manzanas de la variedad que más te gusten, en este caso las hemos escogido rojas.
1 paquete de pasta brick o pasta filo
30 gr de nueces
2 cucharadas soperas de azúcar moreno.
40 gr de mantequilla.
Canela en polvo.
Azúcar glass (para decorar).
Pela las manzanas y quítales el corazón.
En una sartén antiadherente, echa la mitad de la mantequilla y pon el fuego a temperatura media. Deja que se derrita, e incorpora los trocitos de manzana. Remueve bien y deja que la manzana se vaya quedando blanda, durante 5 minutos.
Agrega el azúcar moreno y una cucharadita de canela, revuelve bien y a continuación añade unos 50 ml. Remueve para que la manzana se caramelice durante 5 minutos más. Reserva y deja enfriar.
Precalienta el horno durante unos 10 minutos a 200ºC.
Introduce el resto de la mantequilla en un vaso, y éste en el microondas durante apenas 5-10 segundos, hasta que se derrita.
Saca una lámina de la pasta filo y extiéndela. Píntala con un poco de mantequilla y coloca encima otra lámina.
Coloca 1/4 del relleno de manzana encima, dejando espacio a la izquierda y arriba y abajo para después poder enrollar sin problemas.
Ahora dobla la parte de la izquierda sobre el relleno. A continuación dobla los bordes superior e inferior hacia dentro, encima del relleno. Sigue enrrollando hacia el lateral derecho toda la masa.
Pinta los pastelitos por encima con un poco de mantequilla y déjalos en una bandeja forrada con papel de horno.
Introduce la bandeja en el horno y hornea durante 10-15 minutos. Están listos cuando se hayan dorado.
Sácalos del horno y déjalos reposar apenas 5 minutos, ya que se toman templados. Colócalos en el plato en el que los vayas a servir, y espolvorea con canela y azúcar glas por encima.