Ingredientes:
- Una tanda de masa quebrada (puede ser comprada)
- 60 g de mermelada de frambuesa (u otra fruta roja)
- Azúcar al gusto
- Molde cortador de galletas con forma de corazón
* Las cantidades son orientativas pues el número de piruletas obtenidas depende del tamaño de la masa quebrada que compréis. Con una tanda de masa quebrada salen unas 20-24 piruletas, pero por supuesto depende igualmente del tamaño exacto del cortador utilizado. De los cortadores que os recomendamos el más parecido al que he usado es el de 6,4 cm.
Elaboración:
- Extendemos la masa con un rodillo sobre un papel de hornear o un tapete, bastante finita, no más de 2 mm.
- Cortamos corazones con un cortador de galletas de corazón, intentando aprovechar al máximo la masa como se ve en la foto. Si después reaprovecháis los recortes es aconsejable amasarlos ligeramente, envolverlos bien en plástico y volverlos a dejar reposar antes de reutilizarlos, de lo contrario la masa se resistirá a estirarse y se encogerá de forma irregular en la cocción.
- Tomamos un corazoncito y colocamos el palito de piruleta encima, presionando ligeramente. Ponemos en el centro del corazón una porción pequeña de mermelada (ni un tercio de cucharadita). Mojamos con agua el borde la masa.
- Colocamos encima del corazón de la base otra cubierta de corazón, cuidando de apoyarlo primero por los bordes para que no se salga la mermelada. Presionamos un poco los bordes para que se peguen y luego los marcamos con los dientes de un tenedor, como si fuera una empanadilla.
- Procedemos de idéntica manera hasta acabar todos los corazones. Vamos poniendo las piruletas en una bandeja forrada con papel de hornear.
- Con un pincel, pintamos las piruletas con huevo batido y después las espolvoreamos con algo de azúcar.
- Cocemos las piruletas 30 minutos en el horno caliente a 175 ºC (sin aire) o hasta que estén doradas y crujientes. Las sacamos y las pasamos con el mismo papel a una rejilla para que se enfríen.